Qué pasó?

¿Pero qué ha cambiado? Básicamente, nada. Pero personalmente, nos hemos dado cuenta de que somos impotentes, que no tenemos el control como pensábamos. La casa, la ropa, la comida, las fiestas y la “ibertad”—nos hemos dado cuenta de que no controlamos tanto como pensábamos.

Domingo de Refugio Seguro

Yo sé que es fácil darle un teléfono a tu hijo y no preocuparte. Yo sé que cuando le das un teléfono a tu hijo pequeño, se calma. Sé que es fácil. Pero es dañino. Tus adolescentes están sufriendo. Dales permiso para dejarlo. Date permiso a ti mismo para dejarlo. Y aprende a ser humano otra vez.